La obra misionera es característica sin duda de esta hermosa obra que Dios ha levantado y puesto en el corazón de muchos hermanos han dado su vida para salvar las almas de muchos, tal fué el caso de los pastores Cubanos Manuel Cabrera y su esposa Delfina de Cabrera al recibir un llamado misionero de Dios para  Honduras.

En el mes de agosto del presente año arrivó nuevamente al suelo hondureño la hermana Delfina de Cabrera acompañada de uno de sus hijos en una visita por nuestro país dónde recordó con gran agrado aquellos tiempos en el que el Señor le permitió trabajar en su obra en este país, desde el año 1979 hasta el año 1985 donde su Esposo, quien ya está en la presencia del Señor, fue llamado a trabajar en este lugar fungiendo como Supervisor Nacional para ese entonces y donde la obra avanzó de la mano de Dios.

A pesar de sus 84 años la hna Delfina visitó diferentes departamentos del país donde también estuvo predicando la palabra del Señor con las mismas ganas que lo hacía en aquel tiempo. Aun denotan sus palabras la alegría y la gracia que Dios ha puesto en su corazón para hablar de Él y compartir con todo aquel que quiera escuchar su palabra, consejos y alabanza a Dios que le caracteriza.

Fué de mucha alegría el recibir a la valiente misionera en el país, sirve de inspiración a los que ahora comienzan la carrera que ella lleva avanzada y para aquellos que tienen una llama misionera ardiendo en su corazón.