Movimiento Misionero Mundial es una organización Cristiana Evangélica, la cual nació en el corazón de Dios para alcanzar las almas perdidas en estos tiempos finales de confusión y apostasía, para  guiarlos en el camino de la Salvación que es en Jesucristo Señor Nuestro, y enseñarles que guarden todas las cosas que Él nos enseña en su Palabra Santa, las cuales son útiles para la buena edificación de una vida cristiana de plena comunión con El Señor.

A través de los medios de comunicación masivos y el internet, esta obra ha logrado con la ayuda del Señor llegar a muchos lugares donde aún no se han implantado congregaciones. Estas herramientas han permitido el avance ya que a través de ellas muchas puertas se abren siendo este el caso de algunos lugares de Hondura donde hay lugares que los predicadores llegan y los reciben como a conocidos ya que están familiarizados con esta obra a través de los medios de comunicación como Bethel TV, Revista Impacto Evangelístico y Radio Esfuerzo Honduras.

Desde su fundación en el año 1963 a través del Revdo. Luis Magín Ortiz Marrero, esta Obra ha ido avanzando firme y fielmente, conquistando terrenos imposibles para el hombre, sin embargo sencillos para Dios, quien es nuestro ayudador y su Espíritu Santo que nos guía; nos sustenta en cada paso que damos.

Así esta obra ha llegado a más de 70 países, entre los cuales se cuenta la bella nación de Honduras, la cual se sitúa en el centro de América; aunque pequeña territorialmente, grande espiritualmente, pues es la gracia del Señor que ha llegado hasta nosotros encomendándonos la noble labor que compartimos con nuestros hermanos en todo el mundo: “Defender y Predicar Su Sana Doctrina”

^{Marcos 16:15-18}

 Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.

 El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado.

 Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas;

Tomarán en las manos serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les hará daño; sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán.